Sí, yo soy de las que piensan que los juicios y/o creencias condicionan y construyen nuestra realidad. No sé si estoy en lo cierto o no pero es lo que a mi me sirve.

Desde mi punto de vista, si optamos por el hecho de que sea la realidad la que condicione nuestras creencias estamos viviendo a la defensiva, sintiéndonos a merced de las circunstancias. Sin embargo si optamos por creer que las creencias de alguna manera construyan nuestra realidad tenemos más capacidad de experimentar lo que deseamos en función del trabajo personal que cada uno de nosotros haga con esos juicios y creencias.

Esto aplica estas frases de «Querer (que yo digo creer) es poder» y «Creer es Crear»

En ocasiones, debajo de un juicio o una creencia que tenemos en el consciente encontramos un gran iceberg que opera por debajo de la línea de superficie. Un amasijo de juicios inter-relacionados que derivan de una creencia primigenia que se mantiene en el inconsciente. En las sesiones de coaching trabajamos con juicios y creencias, y hay toda una metodología orientada precisamente a trabajar con ellos.

El simple hecho de traer al consciente algo que trabajaba en el nivel inconsciente por debajo de la línea de flotación tiene un enorme poder para cambiar la realidad desde la que operamos. Cuando esa creencia se vuelve consciente, podemos estar incluso en disposición de mirar hacia atrás y re-escribir nuestra historia desde otro punto de vista. Podemos ser conscientes de aquello que nos dominaba y afrontar la realidad desde un espacio mucho más sano y consciente.