El error es una posibilidad que está abierta siempre que emprendemos algo nuevo. Algo que está en el camino hacia nuestro objetivo y en lo que cabe la posibilidad que caigamos, que rodeemos o que pasemos por alto

Hay dos formas de afrontar la posibilidad de errar:

  1. Con miedo: Una posibilidad que, en mayor o medida, tiene efectos paralizantes y que en muchos casos implica simplemente no intentarlo y por consiguiente no tomar responsabilidad sobre aquello que deseamos o queremos y por tanto en la construcción de nuestra propia vida..
  2. Entendiendo el error como un aprendizaje o como un incremento en nuestro nivel de conciencia. Opción mucho más interesante ya que si abrimos espacio a esa posibilidad no viviremos el fracaso como algo negativo, sino como algo que redunda en una mayor sabiduría, un mayor crecimiento y por tanto una posibilidad de salir reforzados de ello para continuar nuestro camino.

El error es la antesala del éxito. No fracasamos hasta que dejamos de intentarlo.